El nombre de Rodri está encima de la mesa, y su participación en el Atlético le hará ganar el protagonismo mediático y, sobre todo, futbolístico que necesita. El niño vestía la peculiar camiseta de plástico, con el dorsal y el nombre del argentino pintados con rotulador. Su fondo negro, su banda diagonal en rojo y sus detalles dorados en los bordes de la misma banda, así como en el cuello y los hombros, hacen que uno suspire frente a la pantalla.