Los árbitros de fuera no siempre ven el episodio en detalle, por lo que en la mitad de los casos asignan penalti por error, enviando al inocente antes de tiempo al vestuario. Sin embargo también se le puede sacar una tarjeta roja teniendo solamente una tarjeta amarilla, si la falta que comete merezca una tarjeta roja directa, en cuyo caso también se le puede sacar una tarjeta roja directa sin haber recibido ninguna amarilla.